¿Qué es la carga inalámbrica y cómo funciona?

La batería de los dispositivos móviles se agota inevitablemente durante la jornada diaria, lo que implica quedarse incomunicado. Así, el sistema de carga inalámbrica, desarrollado por los fabricantes de la industria tecnológica, suele ser la mejor opción para cargar la batería en cualquier lugar.

La carga inalámbrica es un proceso de transferencia de ondas eléctricas hacia un dispositivo de recepción, que permite cargar la batería sin necesidad de los conocidos cables de corriente alterna. Aunque esta tecnología lidera actualmente el mercado, su invención no es tan reciente como todos creen, ya que a estos sistemas de inducción electromagnética les precede una larga historia.

Durante el año 1831, el físico británico Michael Faraday logró demostrar que la corriente giratoria podía ser inducida de una bobina de cable a otra que estuviese cercana a ella. Después, en 1886, el físico alemán Heinrich Hertz confirmó la veracidad de la teoría electromagnética, mediante un trabajo en el que transmitió ondas de radio y las recibió de forma controlada.

Finalmente, el inventor, mecánico e ingeniero eléctrico Nikola Tesla, tras años de investigación, construye en 1901 un transmisor de 61 metros de diámetro, con el propósito de conseguir una electrificación de energía de radio masiva. A pesar de que la invención falló, todo el trabajo investigativo sirvió como fundamento para las siguientes generaciones.

Los años pasaron y en el siglo XXI el boom de la telefonía móvil revivió el tema de la carga inalámbrica, lo que aceleró la fabricación de estos innovadores equipos, cuya promesa es eliminar los cables de carga, el sobrecalentamiento del smartphone, permitir que las personas estén siempre comunicadas, entre otros aspectos positivos.

¿Cómo funciona la carga inalámbrica?

El funcionamiento de los equipos de carga inalámbrica se lleva a cabo por inducción electromagnética, es decir, en la base dispuesta para la carga se encuentra una bobina, cuya finalidad es transmitir una señal eléctrica a otro transformador compatible.

En lo que respecta a la carga inalámbrica para dispositivos móviles, el sistema de transmisión y recepción de la señal eléctrica, también conocido como Qi, funciona de igual manera. Sólo tendrás que verificar que el smartphone sea compatible con dicha tecnología de resonancia, para que las bobinas de ambos equipos se detecten exitosamente. Así, la parte receptora (el móvil) convertirá la energía magnética en eléctrica, para cargar la batería exitosamente.

El procedimiento de uso es sencillo, ya que debes colocar el móvil sobre la plataforma de carga, que generalmente posee un formato de círculo plano o similar al de una funda, para ahorrar espacio. Inmediatamente, notarás como la batería del dispositivo ha comenzado a recibir la energía, gracias a la acción de la inducción electromagnética.

Acerca del sistema Qi

El sistema de tecnología Qi es uno de los estándares para cargador móvil inalámbrico desarrollado en el año 2008 por Wireless Power Consortium (WPC), un conglomerado que reúne a las empresas más importantes de la industria tecnológica. Dicho mecanismo de transferencia fue incorporado a algunos dispositivos durante el año 2012. Después, dejó de usarse la carga Qi, ya que la mayoría de los diseños poseían áreas traseras metálicas, pero actualmente se ha retomado el sistema mencionado, porque las traseras son de cristal.

El estándar Qi o carga de tipo inalámbrica efectúa un proceso de inducción magnética ejercido por una bobina emisora con hilos de cobre, vinculada por medio de pines a una batería. Así, es posible la transferencia de las vibraciones magnéticas emitidas por el campo electromagnético que rodea a la bobina. Finalmente, esta energía llega a la batería del receptor para cargarla.

En cuanto a la importancia de la certificación del cargador móvil inalámbrico Qi, se debe tener en cuenta que los productos no legítimos muchas veces carecen de un correcto testeo y sus componentes no siempre son los adecuados. Esto retrasa el tiempo de carga y, a largo plazo, deteriora los dispositivos móviles, generando problemas de sobrecalentamiento o la transmisión de un mayor o menor voltaje al requerido.

Ventajas y desventajas del sistema de carga inalámbrico

carga inalambrica

El sistema de carga inalámbrico es uno de los más populares del momento debido a las ventajas ofrecidas. Entre ellas destacan:

  • Las plataformas de carga poseen un amplio rango de compatibilidad con las diferentes marcas de móviles presentes en el mercado, por lo que podrás emplear el producto para alimentar la batería de cualquier equipo mediante dicha tecnología de inducción electromagnética.
  • Con estos dispositivos no son necesarios los cables de conexión tradicionales, que ocupan espacio extra en el coche, mochila, bolsa o bolsillo, terminan por olvidarse en casa al salir cada mañana o se deterioran debido a la constante manipulación.
  • La vida útil de los terminales de carga de los dispositivos móviles se alarga significativamente porque, al no ser necesario enchufar y desenchufar el cargador, el desgaste de dichas áreas es mínimo.
  • La seguridad durante el proceso de carga es un poco más alta que en los sistemas convencionales, porque se reducen las posibilidades de sobrecalentamiento.

Estos son aspectos bastante positivos que sin duda captan la atención de los usuarios, pero como es habitual en cualquier producto, también posee unas cuantas desventajas:

  • La tecnología de inducción electromagnética suele ser más costosa que la aplicada a los cargadores alámbricos.
  • El proceso de transmisión eléctrica es un poco lento con estas plataformas, lo que significa que el tiempo de carga se incrementa a aproximadamente tres horas.
  • No es posible emplear el dispositivo móvil (escribir mensajes, atender llamadas, revisar redes sociales) mientras está sobre la alfombrilla inalámbrica, por lo que deberás estar desconectado del entorno durante el tiempo de carga.

Los sistemas de carga inalámbrica ofrecen una experiencia de uso efectiva, debido a la practicidad de su manipulación, al prescindir de cables y demás elementos. Asimismo, los problemas de accidentes por sobrecalentamiento se reducen considerablemente. En suma, un cargador móvil inalámbrico es ideal cuando se desea gestionar la carga de un dispositivo sin prisa y sin la necesidad de estar conectado a él durante el proceso.

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